El mundo de las finanzas ovopatriarcales se ha visto afectado favorablemente gracias a la recta final de la contienda electoral debido a la compra indiscriminada de huevos por parte de los ciudadanos con memoria y dignidad para llevar a los mítines políticos de Keiko Fujimori y Alan García. 

Como se sabe, se está volviendo una moda tirarle huevos a estos dos políticos y las empresas han aprovechado la ocasión para publicitar sus productos gallinescos. Por ejemplo, San Fernando está ultilizando el slogan "mitin de huevitos", San José usa el "des-ahuévate", San Toribio es más radical con "no me vengas con huevadas" y San Jorge no vende huevos y no sabemos quien es.

Empresas de paintball también se han subido a la ola del huevo ofreciendo ofertas de práctica de tiro al huevo donde un grupo de personas corretea con huevos a un cerdo asustadizo ataviado con una banda presidencial.

Al respecto, Alan García dijo que de llegar al gobierno estatizará a las avícolas pero que igual agradecía las muestras de cariño por las personas que lo aman y le lanzan huevos porque lo quieren ver bien alimentado (todas se las sabe el panzón del mal); mientras que Keiko dijo que Kaori está entrenando para aprender a bloquear ataques de huevos y le está yendo también como cuando bloquea ataques periodísticos.