El Papa llegó a Sudamérica. Ya está en Ecuador pero no llegará a nuestro país. Se dará una vuelta por Bolivia y Paraguay, pero no vendrá a comer ceviche ni a jironear. ¿Sabes por qué? En DL2 hemos preparado estas 7 razones por las cuales nosotros, si fuésemos papas, tampoco vendríamos a este país donde el indómito inca prefiriendo morir legó a su raza la gran herencia de su valor. 

Aquí van:

1. Porque Cipriani es del Opus Dei y Francisco es Jesuita.

La controversia entre ambas órdenes religiosas ha sido marcada hace mucho tiempo porque los de Opus Dei son más conservadores y además tienen influencia política por estar ligados al empresariado. En cambio los jesuitas se acomodan más con la teología de la liberación y son insultados por los seguidores de Aldo Mariátegui como “socialconfusos”.

2. Porque los católicos peruanos aún piensan que el hombre proviene de Adán y Eva.

El Papa Francisco es conocido no solo por su humildad y por su extraordinario equipo de marketing político, sino también porque ha reconocido el valor de la ciencia en la historia de la humanidad. Él ha reconocido muchas teorías científicas respecto a la creación del hombre y las pone por encima de las creencias religiosas que aún consideran a la cigüeña como segunda mamá. Francisco teme que por su llegada al Perú, país que todavía vive en la Santa Inquisición, de seguro le ofrecen doncellas como ofrendas y queman a un par de brujas frente a la catedral.

3. Porque para los católicos peruanos los homosexuales no irán al cielo.

Francisco ha reconocido el valor por el respeto de los derechos humanos de todos los habitantes del planeta, sin importar su credo o pensamiento. Por ello, si viene a Perú teme que una horda de fanáticos queme banderas del Tahuantintuyo reclamándole por qué los habitantes de Sodomoa y Gomorra han merecido su perdón y comprensión.

4. Porque quiere evitar una tragedia tipo Servando y Florentino.

El Papa Bergoglio sabe que en Perú existen fanáticos como Martha Chávez o Rafael Rey, por lo que su llegada podría originar la euforia colectiva y terminar en una tragedia como la que ocurrió cuando llegaron los salseros Servando y Florentino. ¿Lo recuerdas? Bueno, así.

5. Porque en Perú el Cardenal gana como un ministro de Estado.

El desprendimiento del Papa Francisco ha merecido elogios de todo el mundo. La reducción del presupuesto para su vestimenta, movilidad y otros objetos (el anterior Papa gastaba miles solo en zapatos y en blindar el ‘papamóvil’) del clero lo han llenado de halagos. Sin embargo, sabe que nuestro cardenal Cipriani gana como un ministro de Estado y con la plata de todos los peruanos habla mal de los que no piensan como él. O sea, el Papa sabe que los peruanos mantenemos a Cipriani y a la iglesia y sin embargo pagan de la peor manera, metiéndose en asuntos que no debe ser de su incumbencia.

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